26 marzo 2012

La indefensión aprendida laboral


Martin Seligman, durante los años 70,  desarrolló una teoría que, en  principio, sirvió para explicar el comportamiento animal y, posteriormente, para diferentes fenómenos humanos.

Seligman descubrió que, tras someter a un animal a descargas eléctricas sin posibilidad de escapar de ellas, dicho animal no emitía ya ninguna respuesta evasiva aunque, por ejemplo, la jaula hubiese quedado abierta. En otras palabras, había aprendido a sentirse indefenso y a no luchar contra ello.
           
Seligman explicó el fenómeno en tèrminos de una percepción de no contingencia entre posibles conductas de evasión y sus nulas consecuencias: haga lo que haga el animal siempre obtendrà el mismo resultado negativo. La consecuencia más directa del proceso es la inacción o pérdida de toda respuesta de afrontamiento. Este es el principio de su Teoría de la Indefensión Aprendida.

Estas teorías se aplicarían más tarde, comprobados fenómenos similares en el comportamiento humano, especialmente asociados a estados depresivos.

Si lleváramos la teoría de Seligman al ámbito laboral, podríamos encontrarnos determinadas circunstancias que incidirían directamente sobre la ejecución de las tareas, los factores motivacionales, el rendimiento laboral y el estrés.

Por lo tanto, debemos conocer a dónde nos pueden llevar los errores en la educación o capacitación de los colaboradores en la empresa, por su ausencia o por la mala implementación de los valores personales y el adiestramiento en tareas específicas antes de emprender un trabajo. Debemos desarrollar mapas competenciales que nos ayuden a conocer mejor a nuestros colaboradores y ejercer con ellos acciones específicas para mejorar su rendimiento.

Mi amiga y compañera Amalia Revuelta, Psicóloga, Consultor Recursos Humanos y Coach Deportivo (http://www.coachingpd.com), que conoce bastante bien la importancia de las personas en el equipo de trabajo, refleja la importancia que cada vez más tiene para las empresas el conocer las capacidades y actitudes que las personas pueden llegar a demostrar en sus puestos de trabajo si emprendemos las acciones pertinentes para obtener lo mejor de ellos.


A continuación os dejo con otro video cuya experimentación se realiza en un aula con alumnos, donde podemos observar que ante determinados estímulos contradictorios, el ser humano determina su baja o nula capacidad de encontrar soluciones y se rinde ante el fracaso.


05 marzo 2012

¡Ha sido pura suerte...!

Desde pequeños nos han insinuado infinidad de veces que las cosas suceden por pura suerte, buena o mala, es más, te ponían incluso algunos ejemplos ilustrativos: "con tan mala suerte que le ha caído un rayo encima", "la pregunta del examen, por suerte, era la que me sabía" o " nos vamos a la tanda de penaltis y ganarla es pura suerte".

Hasta en el rosco de reyes aparece una sorpresa (buena suerte) o una haba (mala suerte) y a quien le toque esta última paga el roscón...¡maldita suerte la mía!

La suerte parece que vive continuamente con nosotros, no se despega en ningún momento: ¡qué suerte, ha sido niño! (¿pero para quien es una suerte tener un niño...para la madre o para la vecina que te lo dice porque ella sólo ha tenido cinco hijas?). Además parece que la suerte escapa a nuestro control, así que se presentará cuando menos lo esperemos.

Fernando Botella, Profesor de la EOI, defiende que la gente que se dice tener suerte, lo que tiene en realidad es un poder de manejar una serie de aspectos fundamentales, y que solo tú eres determinante de tu buena suerte, que la buena suerte se construye, se crea, se trabaja… Saber priorizar, tu suerte dependerá de qué elijas y lo que para ti es buena o mala suerte.


Tal como indica nuestro amigo y compañero en esto de la Consultoría de RRHH y Presidente de la Red Andaluza de Consultores Independientes - RACI- (http://think-global-local.blogspot.com/), Joaquín García-Tapial Arregui, en su artículo "No es cuestión de suerte": ... "hacer depender el éxito del azar es como jugarnos el futuro de la empresa a la ruleta rusa. Por eso, cada vez es más necesario que los directivos de las empresas apliquen de manera sistemática, planificada y constante una estrategia para la innovación".

Nuestro día a día está lleno de mensajes, de señales que debemos saber interpretar porque, si no lo hacemos, nunca conseguiremos que la suerte esté de nuestro lado. Aprovechar esas señales nos hará disfrutar de la vida y de nosotros mismos.

Mittels Group.